16 de diciembre de 2010

Im a barbie girl

Hasta que apareció ella, éramos cuatro varones y yo. Amantes del fútbol, y yo.
Gente que jugaba con autitos, y yo. Y no quedaba otra que pasar la mitad de las reuniones y cumpleaños chusmeando entre los grandes y la otra mitad, jugando a lo que sea, y los autitos y el fútbol ya no estaban tan mal.
Pero por suerte, tuve una prima, una compañera de juegos, una nenita chiquita que era como una muñeca. Vivían lejos, pero cada vez que nos visitaban, era una fiesta. Y lo sigue siendo.
Ella es una mujer en tamaño pequeño (y no tan pequeño porque creció la guacha, y casi me pasa), toda amor, que se viste como la más diosa y que me abraza cada vez que me ve. Tenemos la mejor relación del mundo, antes cuando vivía todavía más lejos, hablábamos mucho por teléfono, y ahora más que nada chat. Pero es impresionante lo tierna que es, dice cosas que me dejan sorprendida de lo linda.
Hoy me estaba contando de un pijama party que tuvieron, que habían jugado a verdad consecuencia y se habían acostado a las cinco de la mañana. Por un lado, es como un espejo, porque es como estar hablando con una versión mía cinco años más chica, pero por otro lado, me hace sentir tannnnnnnn grande, tan lejos de todo eso. Estoy segura de que dentro de unos poquitos años, va a ser la novia más histérica de la vida, se va a enamorar de todos y todos se van a enganchar con ella (les juro, es muy linda) y ya me veo escuchándola hasta altas horas de la mañana.
Me agarró así todo el amor hacia ella, debe ser que estuvimos hablando mucho y que me prometió que después del bautismo de mi prima se va a quedar muchos días en mi casa, entonces me copé, además si el otro día gasté tiempo en flashes sobre mi padrino, por qué no dedicarle un rato a esta lindura?

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