22 de julio de 2010

Llegó a mis manos un libro, que tiene un poco de místico, un poco de loco, un poco de cierto. Y tiene muchas cosas que me gustaron, bastante interesantes y (a mi entender) útiles. Según este nuevo descubrimiento, se aconseja:

-Ser impecables con nuestras palabras: decir lo que pensamos, evitar usar las palabras para hablar contra nosotros mismos o contra otros, y manifestar siempre la verdad.
-No tomarnos las cosas personalmente: es decir, nada de lo que hacen los demás es por causa nuestra; lo que el resto hace o dice es una proyección de su propia realidad, de su propio sueño. Si somos inmunes a las opiniones y acciones de los demás, no vamos a ser víctimas de sufrimientos innecesarios.
-No hacer suposiciones: hay que tener valor para hacer preguntas y expresar lo que verdaderamente queremos. Al comunicarnos, podemos evitar los malentendidos y las desgracias.
- Hacer siempre lo máximo que podamos: lo máximo que puedas hacer, cambiará de un momento a otro, es diferente cuando estás sano a cuando estás enfermo; si simplemente hacemos siempre todo al máximo, vamos a evitar futuros remordimientos y reproches.

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