19 de febrero de 2010

Confianza.
Toda mi vida fui de confiar fácilmente en el resto de la gente. Desde mi punto de vista, todos los que me rodeaban eran sinceros, buenas personas y poseían todo tipo de cualidades sumamente positivas. Sí, bastante ingenuo, lo sé. Todo el mundo color de rosa, já. Nunca se me ocurrió pensar que un ser querido podria mirarme a los ojos, sonreír y a la vez mentirme descaradamente. Hasta que pasó. Una y otra vez. Una mentira, dos, tres. Un ser querido, y otro, y otro. Un amigo me decía: "a mis amistades las cuento con los dedos de la mano, después de muchas desilusiones aprendí que hay que conocer muy bien a las personas como para poder confiar en ellas". Y yo por dentro, pensaba, que era un concepto un poco exagerado, muy a la defensiva, y que no podía ser tan malo. Ahora, siento que estaba muy equivocada. No quiero decir que en estos precisos momentos no crea una palabra de lo que me dice la gente; simplemente digo que la confianza es algo demasiado valioso y que hay que meditar antes de depositarla en otro ser. Uno de mis grandes miedos siempre fue la pérdida de la confianza con los demás; por lo tanto, intento ser sincera, hacer las cosas 'bien' y si me equivoco y puedo llegar a perjudicar a alguien, hablarlo con el otro lo antes posible. No soportaría ser incapaz de inspirarle confianza a alguien que me importa, a alguien que quiero. No soporto saber que provoqué dolor. Y las veces que lo hice, sencillamente me quise MATAR, y sufrí más de lo que sufrí cuando la 'engañada' era yo.
Uno sabe, generalmente, quienes son más confiables en su entorno y quienes no. Pero en algunos casos, te pueden tomar por sorpresa. En mi opinión, aquellos que mienten repetidas veces, que ocultan información, que intentan engañar al otro para demostrar ser superiores y hacer exactamente lo que se les da la gana, son justamente los más débiles. Los que no están conformes con su vida, y se inventan una nueva. Los que se cagan en la sociedad y sus reglas, lo hacen porque no se saben adaptar. Hay gente que, de la misma manera en la que perdió tu confianza, se encarga de recuperarla, pero hay otros, que se refugian en su orgullo y tiran todo por la borda. ESO, me parece muy idiota. ¿Acaso la juventud no tiene conciencia o moral? O yo me voy a la mierda con lo que es correcto/incorrecto o están todos locos! (igual, 50 y 50 me parece)
Otra cosa relacionada con la confianza: si alguien se equivoca, y decidis perdonarlo, quedas como LA boluda a la que le encanta que la caguen. Pero, no es así. Porque el perdón se gana, se merece. Y si uno elige ver todo lo bueno, ante lo malo, está más que bien. Aunque hay que saber que es muy dificil que alguien cambie. Es un riesgo que hay que tomar.

No hay comentarios:

Publicar un comentario