Sigamos con mis cosas.
Estas dos novelas en su momento las supe casi casi de memoria. Mujercitas me lo regaló mi abuela cuando tendría siete años o algo así, y me lo devoré, y al otro año me trajo la continuación, es decir Señoritas. Más adelante, las volví a leer, y otra vez y otra vez, y siempre fui descubriendo cosas nuevas porque, como tiene que ser, me fue cambiando la cabeza y las fui analizando con otros ojos. Bueno, la historia sigue con los hombrecitos de Jo, pero a estas dos les tomé un amor especial, me hacen acordar demasiado a mi abuela y a mi cuando era más chica. Son historias de hace dos mil años, que tienen muy poco que ver con la juventud de hoy en dia, pero que eran puras e inocentes y lograron que, al ser muy chica, me apegue a los personajes y los quiera como recuerdos de otros tiempos.
Gracias abuela.
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