1 de octubre de 2010

Ya no se me ocurre que hacer, del perfil al inicio, del blog a twitter y no sé que más. Por lo tanto, a la camucha, cien años de soledad, y muchas frazadas. Si alguien quiere alcanzarme un chocolate ahora, sería bárbaro. Pero no, todavía estoy llena del brownie que nos clavamos con el gordo, mejor no. En un rato, quizás. Fue genial, la pasé muy bien.
Me golpeé el pie muy fuerte. Me duele cuando camino. Que boluda la pared. Que boluda la pared. Que boluda la pared.
Caes en picada blog, moris, moris, moris. Hoy me agarró la inspiración de querer escuchar Solíamos terminar en vuelos, y no llegué a ponerme a escribir porque tenia mucho sueñito. ¿A donde habrá quedado? Igual la escuché. y la amé, y canté, y demás. Creo que le dediqué fácil, ocho entradas en mis blogs, a la pobre. Pero es tan linda.
Tengo ganas de tomarme las cosas muy suavemente, con amor. Vivir un par de días medio reaggea, sin que nada me importe demasiado, o si, pero para bien. Igual nunca me sale.
Aunque sea mediante una computadora, hacer esto es básicamente como hablar sola. No quiero reconocer públicamente mi grado de locura, asique si, me voy a leer. Tardé como media hora en escribir estas pavadas, empecé a las once, a la mierda. Listo, parezco drogada, basta de teclear.

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